¿Alguna vez has pensado en tener una camiseta que lleve baterías incorporadas en sus tejidos? Pues esos días están cercanos, así que visualízate enchufando tu ropa a la corriente eléctrica para cargar sus baterías como si de un móvil se tratase: las nuevas tecnologías ya se han inmerso en la industria textil y paulatinamente se irán masificando.
Como sabemos, existen distintos tipos de ropa en dependencia de su estilo, material y calidad de fabricación. Pero a partir de ahora vamos a tener que diferenciarla, además, por la tecnología que llevan incorporada. En ese sentido podemos separar la ropa clásica de la ropa inteligente.
Si bien es cierto que desde hace algunos años las principales marcas de ropa han hecho grandes avances en cuanto a la investigación y puesta en práctica de fibras textiles sintéticas cada vez más avanzadas por su aporte de suavidad, ligereza y frescura; ahora se están dando pasos también en el campo de la electrónica.
La ropa inteligente y el rendimiento deportivo
Mucha gente usa hoy en día relojes que miden el ritmo cardíaco, el número de pasos, la presión sanguínea o la saturación de oxígeno en sangre. Al parecer, los más innovadores en la industria de la confección se han preguntado por qué no introducir esas mismas funcionalidades en prendas como unos calcetines o unos leggings, y de paso agregar otras nuevas como el cálculo de la temperatura corporal por zonas.
La tecnología de sensores no solo puede avisarte cuando estás más cansado de lo habitual, también podría advertirte de que estás manteniendo una postura equivocada, algo estupendo no solo para los que realizan ejercicio físico, sino también para las tantas personas que tienen dificultades en conservar una correcta postura de hombros y espalda.
¿Que estás haciendo running y te entra una llamada al móvil? La puedes aceptar o rechazar haciendo un toque en la manga de tu chaqueta inteligente. Lo mismo si quieres controlar el reproductor de música o usar el navegador. Ya no necesitas mirar el móvil. Es como tener a Alexa en tu hombro. De manera inalámbrica por Bluetooth tu smartphone se conecta a tu ropa. Obviamente, no todos los tejidos serán táctiles, sino simplemente una pequeña porción.
Para los deportistas estas tecnologías resultan muy interesantes para poder tener una noción más exacta de sus esfuerzos y poder controlarlos a su antojo. De esta forma corren menor riesgo de lesionarse. Es magnífico el plus que puede dar una prenda inteligente capaz de medir cuánto trabaja un músculo o, por ejemplo, irradiar calor o frescor cuando tu temperatura sube o baja. Imaginemos lo bien que le vendría a un ciclista o un montañista para el rendimiento o para el hecho de cargar su móvil cuando están muchas horas fuera de casa.
Un buen tejido es bienestar
Más allá de los beneficios en el terreno del rendimiento deportivo, debe decirse que la parte más relevante de este asunto es cuando las tecnologías aplicadas a las telas son capaces de hacernos sentir cada vez más cómodos con nuestra ropa. No en vano a la mayoría de personas les gusta usar ropa deportiva diariamente.
Los materiales sintéticos, no se arrugan y suelen ser más resistentes y duraderos. Ahora pueden ser incluso autolimpiantes. En los últimos tiempos ha habido una prioridad: la de conseguir que la ropa se ensucie menos, fundamentalmente para alcanzar siempre ese estado de confort. Para ello es vital mantener el tejido fresco, ya que las altas temperaturas provocan la formación de microorganismos que, a su vez, producen mal olor.
De ahí que la confección de ropa deportiva debe priorizar la transpirabilidad. Eso se consigue haciendo que la ropa evapore la humedad del sudor a través de sus fibras. Es un reto de las marcas más vanguardistas. Con fibras especiales se puede asegurar una correcta ventilación.
Hasta hace poco la ropa ligera que necesitaban los asiduos al ejercicio físico se obtenía con el poliéster. Pero este material, pegado al cuerpo no disipa el sudor, lo cual dificulta el ejercicio al aumentar la temperatura corporal. En cambio, la evaporación de la humedad permite en teoría que el cuerpo emplee menos energía, garantizando mayor resistencia. Por eso es necesaria una alta tecnología que haga que las fibras de la ropa se sequen rápido.
La nanotecnología en la industria textil
Las características especiales de la ropa deportiva de alta gama (resistente, anti-bacterial, auto-lavable) se han conseguido gracias a la incorporación en las fibras textiles de sensores y nanopartículas que reaccionan a estímulos térmicos, mecánicos y químicos del cuerpo.
Por ejemplo, las nanopartículas de plata mezcladas con el resto de materiales textiles de la ropa es lo que hace posible erradicar la propagación de microorganismos en la tela, responsables estos últimos de provocar el mal olor. En calcetines, ropa interior y camisetas este avance supone un paso adelante sin precedentes.
La aplicación de la nanotecnología es la que hace posible también la incorporación de la electrónica y la inteligencia artificial a la industria textil, con los sistemas de almacenamiento de energía dentro de los tejidos, responsables de interactuar con dispositivos electrónicos.
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