Para nadie es secreto que un atleta de alto rendimiento necesita una dieta alimenticia muy estricta y una rutina de ejercicios igualmente rigurosa. Y a medida que pasan los años, el deportista debe intensificar esos esfuerzos, pues el organismo cambia, especialmente después de los 30: pierde elasticidad, masa muscular y densidad ósea.
Hay algunos atletas veteranos que son verdaderas máquinas desde el punto de vista físico. Messi es un ejemplo de ello. A pesar de sus años ha conseguido mantenerse en el top, gracias a su dieta y sus entrenamientos. Aquí te los contamos.
La dieta Messi es también conocida como dieta mediterránea y se centra fundamentalmente en comer productos BIO. En sus primeros años como futbolista, Messi solía comer asados argentinos y alimentos procesados, basados en grasas y azúcares. Hasta que en 2014 tuvo problemas estomacales y cambió sus hábitos alimenticios.
Comenzó a comer solamente alimentos de alto valor nutricional, suprimiendo otros como el chocolate, los alfajores argentinos, la carne roja, la comida frita, las harinas procesadas y las bebidas gaseosas azucaradas. Quizá con 23 años esa comida de vez en cuando no te afecte en absoluto si se toma prudentemente, pero Messi tuvo claro que ya no era un adolescente y tenía que pasar al siguiente nivel.
Alejarse del azúcar fue muy positivo, porque estas pasan al organismo en forma de calorías, pero no aportan nada desde el punto de vista nutricional. En cambio, los alimentos orgánicos contienen altos niveles de minerales, vitaminas y antioxidantes. Además, sus hidratos de carbono, proteínas y grasas son de mejor calidad. De esta forma nuestro organismo asimila mejor esta comida, manteniéndose limpio y libre de toxinas.
Algo importante en esta dieta mediterránea es que los alimentos estén poco elaborados. Pasa a ocupar un lugar muy importante las frutas y verduras enteras, las cuales tienen un efecto muy saludable en nuestro organismo. Manzana, plátano, mango, sandía,acelga, espinaca, lechuga, brócoli. Las frutas encajan bien en los desayunos y las verduras en las comidas, en forma de ensalada.
Los cereales integrales también son prioritarios en los desayunos. Son una buena fuente de carbohidratos y aportan, además, más grasas, fibras y proteínas que los granos no integrales, lo cual hace que el alimento sea más completo y nutritivo. En todo caso, el aporte de carbohidratos es más bien reducido en comparación con el de proteínas, para no aumentar el volumen corporal.
Las legumbres enteras también forman parte de la dieta del astro del fútbol mundial. Vienen muy bien en el almuerzo, lo mismo que las sopas. En las cenas prefiere algo más ligero, como pescados y arroz o pasta (integrales siempre). Pescados azules como el atún, la sardina o la caballa contienen grasas saludables y son ricos en omega 3, lo mismo que los frutos secos y el aceite de oliva, con grandes beneficios para el sistema cardiovascular y la musculatura, al ser antiinflamatorio natural.
Otra fuente esencial de proteínas son las carnes blancas como el pollo, los huevos y los lácteos (quesos y yogures). En ese sentido, mientras más naturales sean mejor, evitando los yogures muy azucarados y el exceso de quesos curados ricos en sal.
Finalmente, el agua es la bebida más recomendada de todas. Un litro y medio debe ser ingerido por cada kilómetro que Messi recorre en el campo. Una correcta hidratación es fundamental, para la cual se puede emplear también infusiones como los mates tan consumidos en Argentina.
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